La transformación digital está impactando en todos los sectores industriales, incluidas las operaciones de producción, energía, transporte y otras infraestructuras críticas. La interconexión a redes privadas corporativas y a Internet de los sistemas de control industrial (ICS) y otros sistemas operacionales (OT) han puesto en riesgo estos sistemas apareciendo nuevos desafíos de ciberseguridad.

Cuadro de mandos sistema OT

Los entornos OT tradicionalmente han sido sistemas aislados y propietarios, por lo que la ciberseguridad no era una prioridad. Sin embargo, la convergencia de los mundos OT e IT han expuesto estas infraestructuras a múltiples ciberamenazas que podrían tener consecuencias catastróficas en caso de un incidente grave.

Una brecha de seguridad en un sistema OT podría provocar paradas de producción costosas, poniendo en riesgo la seguridad de los empleados, causando daños ambientales o interrupciones en servicios críticos. Solo imagina los posibles impactos potenciales que podría ocasionar un ciberataque a una planta nuclear, oleoducto, planta química o red eléctrica.

A pesar de su crítica importancia, muchas organizaciones no han adoptado las medidas de ciberseguridad adecuadas para proteger sus entornos OT. Según un estudio reciente, la cantidad de vulnerabilidad sobre los ICS en los sectores de infraestructura critica aumentó un 110% en los últimos años (Fuente: welivesecurity by eset)

Para blindar los sistemas OT, las empresas deben implementar un enfoque de ciberseguridad de defensa en profundidad que cubra personas, procesos y tecnología centrándose en estos aspectos:

  • Evaluaciones de riesgos y pruebas de penetración específicas para OT.
  • Segmentación de redes y monitoreo de anomalías. 
  • Actualización de parches y reemplazo de dispositivos obsoletos.
  • Controles de acceso estrictos y gestión de identidades.
  • Copias de seguridad y planes de recuperación ante incidentes.
  • Capacitación del personal en hábitos que mejoren la ciberseguridad.

Es importante ver la ciberseguridad OT no como un gasto, sino como una inversión fundamental para proteger las operaciones, los activos y el buen nombre de las empresas. A medida que las ciberamenazas siguen evolucionando, el blindaje de los entornos OT deberá ser la principal prioridad.